La Santa Muerte puede ser representada como una figura masculina o femenina; de forma masculina lo visten de manera tenebrosa, con guadaña y un rosario; Algunas ocasiones, La Santa Muerte es femenina, vestida con una túnica larga blanca de satín y una corona de oro.
Este culto ha estado alrededor desde los años 60's. Cuando en Catemaco, Veracruz un local vio la figura de la Santa Muerte dibujada en las tablas de su choza. Cuando fue a pedirle al cura local que verificara la imagen y la canonizara este se negó y de ahí que este culto se difunde de persona a persona sin tener una iglesia u organización fija.
Sin embargo, la otra investigación inclina que el culto a la Santa muerte es mucho más viejo. Las raíces de la creencia datan de la época prehispánica, bajo el nombre de Mictecancuhtli y Mictecacihuatl como el dios y diosa de la muerte, la oscuridad y el Mictlan "la región de los muertos" (se manejaba un concepto de dualidad en la religión Mexica o azteca). A este lugar iban los hombres y mujeres que morían de causas naturales. Pero el camino no era fácil. Antes de presentarse ante el Señor y Señora de la muerte había que pasar numerosos obstáculos; piedras que chocan entre sí, desiertos y colinas, un cocodrilo llamado Xochitonal, viento de filosas piedras de obsidiana, y un caudaloso río que el muerto atravesaba con la ayuda de un perro que era sacrificado el día de su funeral (Xoloizcuintl)
En la tradición, se le entregaba a los dueños del inframundo ofrendas. Este detalle es muy importante ya que con el tiempo estas ofrendas seguirán presentes en los altares de la Santa Muerte. Mictecancuhtli y Mictecacihuatl fueron sin lugar a dudas las deidades a quienes se encomendaban a los muertos pero también eran invocados por todo aquel que deseaba el poder de la muerte. Su templo se encontraba en el centro ceremonial de la antigua ciudad de México-Tenochtitlan. Algo de estas creencias prehispánicas aun es latente en la cultura popular mexicana como por ejemplo el 2 de noviembre o día de muertos cuando se festeja el día con los antepasados muertos, o la idea que a los muertos no hay que recordarlos con tristeza si no con alegría como ellos vivieron por lo que es muy popular el llevar música bailable a los entierros.
Este culto ve a la muerte como algo innegable de la vida, una ley natural y que se tiene que aceptar. Se entiende a la muerte como un ser sufriente que se encarga de un trabajo penoso, que se le dio un gran poder pero una aun más grande carga. Recibe su poder de Dios a quien obedece, al ser la muerte un elemento indispensable para la vida. Bajo esto se ve a la Santa Muerte mas como un ángel que como cualquier otra cosa.
La muerte es justa y pareja para todos pues todos vamos a morir. Este es el ideal principal de la personalidad que se entiende de la Santísima (como también se le conoce) por lo que cuando se pide algo se sobreentiende que no es recomendable pedir nada negativo para una persona. Al pedir algo a la Santísima se puede o no ofrecer alguna ofrenda a cambio, mismas que pueden variar en todo sentido, pueden ser desde algo material como veladoras o mejoras al altar o cosas simbólicas como el cantarle, "echarse un tequila juntos" sacarla a pasear o vestirla de fiesta, también son validas cosas como hacer las paces con algún familiar, cambiar algún habito o cualquier cosa se dicte el corazón e imaginación del orante. La Santísima espera que se le cumpla lo que se le pide por lo que es más recomendable no ofrecer nada a cambio del favor que ofrecer algo que no se tiene la seguridad de cumplir o qué puede ser olvidado.
El trato que se tiene a las imágenes de la santa muerte y el culto en general es un trato de más de sinceridad y compañía algo muy diferente del habitual temor a los rituales religiosos. El caso es tratar a la imagen como un miembro de la familia y mostrarte ante ella sin temerle ni faltarle al respeto. La Santísima tiene un trabajo triste y penoso por lo que espera ser tratada con alegría y cariño algo muy normal en la personalidad de los mexicanos.
Cuando una persona se informa sobre el culto la primera información que recibe es que debe de retractar antes de iniciar si es que tiene algún temor al respecto y que nunca deberá faltarle al respeto a la Santísima. El trato que debe de recibir debe de ser el mismo que le das a una persona real por lo que es muy común poner dulces en los altares, que platiquen con la imagen en voz alta o que tomen junto a los altares. Se trata de hacer con la Santísima lo mismo que con los amigos más respetados que tenemos.
Un venerador tiene como ideales el evitar toda actitud que limite la vida humana, tales como los miedos, las tristezas, el odio, envidias, etc. psicológicamente desde que se empieza a analizar los miedos e irlos perdiendo ya sea confrontándolos o aceptándolos como es el caso del hecho que vamos a morir, la persona tiende a reflexionar mas sobre lo que de verdad quiere en la vida y las cosas que lo hacen feliz.
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