sábado, 10 de septiembre de 2016

Novena de la Santa Muerte

 

Día Primero 

Poderosa Consejera que hablas por mi lado derecho, Penetra mí conciencia y aclara aquellas confusiones que opacan mi pensamiento. Permite poderosa consejera que a mí venga el amor, aleja el odio y el rencor.
Ilumina con el rayo misterioso mi leal corazón.
Llama sin descanso a los que amo y transmuta las pasiones oscuras.
Poderosa consejera, cumple esta petición para bien de mi alma, espíritu y cuerpo, y líbrame de sentimientos que desatan las tormentas.
Porque creo en mi propia energía que vive en mí.

Día segundo, Santísima Muerte del Perdón 

Tú que tienes el libro del destino, conduce mis pasos por el sendero que lleva al perdón y la bondad.
Cubre con tu manto el rencor y el hambre de venganza que interrumpen mi sueño. Eleva mi espíritu al palacio del perdón pan enaltecer en mí tu luz y alejar la destrucción y la venganza.

Pronuncia tu mandato de nobleza al oído de injustos y despiadados para que tengan presente a toda hora, el limitado alcance de tu poder.

Termina con el odio y llévame por el sendero iluminado de esta vida. Lejos del veneno que los despiadados arrojan sobre los desvalidos.

Porque creo en mi propia energía que vive en mí.

Día tercero, Santísima Muerte de la Salud 

Tú que posees los secretos de la vida, termina con la enfermedad y el dolor que se ha posado en mi cuerpo y en el de aquellos a quienes amo.

Vierte unas gotas de tu elixir poderoso y regresa ami materia el vigor, la lucidez y la tranquilidad, para que entonces yo pueda seguir adorándote.

Marea con tu mano bondadosa el final del sufrimiento que me toca. Limpia con tu manto el mal que yace en mí ser y aléjalo para siempre.

Permite que el poder que existe en mí sea librado para terminar con el mal, sea natural o sobrenatural, el cual llega a hombres y mujeres.

Porque creo en mi propia energía que vive en mí.

Día Cuarto, Santísimas Muerte de la Verdad 

Llego a ti Santa Muerte de la verdad, para pedir con profunda humildad, reveles para este devoto, la verdad sobre lo que vengo a preguntar.

Dime, ser maravilloso y poderoso, sí es como pienso. Dime si tu balanza se inclinará a mi favor o si me encuentro del lado de culpa. Si estoy en peligro o si la amenaza se cierne sobre mí. Dime, querida Santa Muerte, lo que debo de hacer para que la verdad sea mi poderosa amada. Así podré seguir el camino y tendré claro que la facultad de estar ante ti es un privilegio fortalecido por la inconmensurable verdad.

Aleja al injusto y habla al justo, en el nombre del altísimo que te da el poder del prodigio. Porque creo en mi propia energía que vive en mí. 

Día quinto, Santísima Muerte de la Justicia 

Tú que empuñas el arma justiciera, tú que sabes el decreto de la luz, obra en mí para terminar con aquellos asuntos que anuncian peligros superiores, manda una estrella de tu mano a mi ser para que pueda alcanzar la oportunidad de contemplar otra vez la obra que me ha sido encomendada. Tú que eres justa y amorosa, termina con los injustos que llegan con hambre ilimitada a las cosas que no les pertenece. Aleja de mi vida los efectos de la brutalidad egoísta y trae a mi abrigo la justicia que a este devoto corresponde.

Corta con tu espada el hielo que me une a aquellos que tienen nublado el corazón. Santísima Muerte de la justicia, cuídame con tu espada poderosa y resuelve a mi favor todo asunto que se requiera. Porque creo en mi propia energía que vive en mi. 

Día sexto, Santísima Muerte Protectora 

Seas bien amada Muerte, que el peligro y la aventura son parte del camino por el que transito en esta vida. Permite amada Muerte, que tu protección y salvaguarda estén de mi lado para mantener distantes el peligro y la amenaza.

Permite amada Muerte que los ojos de mis opositores no vean mi presencia ni las huellas de mis pasos que conducen a tu templo, donde majestuosa aguardas paciente el fin de los tiempos. Coloca una venda en los ojos de los contrincantes si la causa es justa. Entonces, yo te nombraré nueve veces cada noche, para que tu presencia sea mi escudo poderoso que me permita cumplir la misión encomendada. Porque creo en mi propia energía que vive en mi.

Día séptimo, Santísima Muerte del Trabajo y del Dinero 

Maravilloso ser poderoso, coloca ante mí tu escalera para subir por ella los peldaños del progreso.
Permite Santísima Muerte llegar a las alturas que dominan la materia para entonces, abrirme a las regiones iluminadas de tu sabiduría ilimitada

Llama a mi espíritu de la riqueza, para llevarle también a los que necesitan mi ayuda en esta vida.

Haz que en mi trabajo, nada ni nadie atenten contra mí y si éste no tuviera, abre con tu llave la puerta de la buena fortuna. 
Pronunciaré tu nombre poderoso nueve veces al día y todos los viernes llegaran nueve monedas a manos desconocidas para que se tenga presente mi convenio contigo, amada Muerte; que nunca falte nada a este devoto que te ama.
Porque creo en mi propia energía que vive en mí.

Día octavo, Santísima Muerte del Poder 

Ante tu imagen prodigiosa postro mi cuerpo como muestra de profunda y sincera devoción. Aleja de mí vicios, malas costumbres y conductas reprobables, así como acciones que atraen sombra a mis pensamientos; aleja las pasiones que encadenan mis sueños y condenan mi destino; aleja a aquellos que se han adueñado de mi voluntad. Aleja a los detectores la materia y llévame al camino que iluminará mi vida para que entonces, con una vela blanca, recuerde los días en que la dicha está conmigo, al contar con tu poder ilimitado.

Ante tu imagen prodigiosa agradezco de antemano tu favor y tu presencia a toda hora y en todo lugar. Porque confío en mí propia energía que vive en mi. 

Día noveno, Santísima Muerte del Amor 

Tú que conoces toda la imperfección, sabes que las llamas ardientes de la pasión queman sin piedad mi corazón. Llama al ser que amo, dile que mi necesidad consume mi cuerpo, dile también que a toda hora su imagen está presente en mí. Dile que lo necesito y no le deseo mal alguno, dile que es imperiosa su presencia y que mi fuego puede calentar la morada que anhela. Llámale, tráele a mi lado si esto es para bien y sino fuera así, Santísima Muerte, dame la fuerza y la paciencia para entender al ser que amo y, por amor a ti, abrir la jaula que aprisiona mi corazón. Entonces, el ser que amo será libre y yo habré cumplida. Si es para mí que venga, y si no que vuele y llegue a mi vida el ser que me corresponde. Porque creo en mi propia energía que vive en mí.

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